Caldas de Reis (agosto 2012) |
Y rumorosas cascadas,
como cortinas de vidrio,
se suspendían destellantes
sobre murallas metálicas.
No árboles, sino columnas,
ceñían estanques dormidos,
donde gigantescas náyades
como damas se miraban.
Charles Baudelaire
Très jolie cascade.
ResponderEliminarThierry.
Un regalo para los sentidos...
ResponderEliminarUn beso.
Atenea, ¡Me encanta el norte! Los lugares que he visitado, siempre me han impresionado, pero esta naturaleza y esa sensación de paz natural que se respira en el norte no la he encontrado en ninguna parte.
ResponderEliminarQué bien retratado esa bella cascada.
Un abrazo fuerte.
Hola atenea,en esta ocasión me quedo con la tercera, me gusta ese encuadre,parece un sitio muy bello y lleno de naturaleza,esta completo de agua y verde y ademas las piedras tan robustas...el testo es muy chulo también...un abrazo y buen finde..bico.
ResponderEliminarHas pasado del mara a la montaña amiga, y es una delicia. Me imagino el sonido de esa cascada al romper contra las rocas...Saludos y buen fin de semana.
ResponderEliminarMe encantan las cascadas amiga Atenea, aunque como supondrás por aquí no tenemos demasiadas, es mas es raro que veamos alguna.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero mira que hay rincones bellos por todos los sitios.
ResponderEliminarY a mi también me llamó el mar de tu entrada anterior. Que barbaridad. Que lugares más espectaculares tienes cerca de casa.
Un beso, Atenea. A pasar buen finde.
Que bonita, la sensibilidad para captar las maravillas de la naturaleza, la sencillez de las cosas hecha imagen, es algo que tu tienes.
ResponderEliminarNo la pierdas y sigue trayéndonos esas imágenes... y esas letras tan acertadas.
Besitos mediterráneos.