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| Cambados (diciembre 2012) |
Poseeremos lechos colmados de aromas
y, como sepulcros, divanes hondísimos
y, como sepulcros, divanes hondísimos
e insólitas flores sobre las consolas
que estallaron, nuestras, en cielos más cálidos.
Avivando al límite postreros ardores
serán dos antorchas ambos corazones
que, indistintas luces, se reflejarán
en nuestras dos almas, un día gemelas.
Charles Baudelaire
La desnudez de esos arboles no hace pensar en la estación del año en la que estamos.
ResponderEliminarUn abrazo. amiga.
A esas antorchas le falta la llama, no queda tanto para ello, quizas en unos cuantos meses podemos ver la luz de su fuego intenso, que tanto encandila nuestros corazones en cuando llega el buen tiempo.
ResponderEliminarUn bico atenea y buena semana.
Preciosas tomas, los árboles así podados siempre me han encantado.
ResponderEliminarUn feliz día
A mi siempre me parecieron más candelabros que otra cosa, pero vamos que es tu casa, tus entradas y tus fotos así que a partir de ahora el Chueca también verá antorchas cada vez que vea un árbol de estos. Faltaría más. Por estas cosas no vamos a discutir. Ni lo sueñes.
ResponderEliminarUn beso, Atenea.
Buenas fotos. Me encantan estos árboles cuando están recien podados. Un saludo.
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