viernes, 18 de enero de 2013

Rodando


Sanxenxo (diciembre 2012)

Rodaron y rodaron
entre dedos y labios submarinos
hasta la suavidad inacabable,
hasta ser sólo tacto,
curva de copa suave,
pétalo de cadera.

Pablo Neruda



8 comentarios:

  1. No se si valdrá la comparativa, pero en muchas ocasiones quizás nosotros seamos como esos guijarros arrastrados por el torrente de la vida.
    Un abrazo.

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  2. Atenea, el agua esconde en su manto grandes bellezas, entre ellas las que descansan en su fondo, esas piedras que a veces salen y nos muestran toda su belleza.

    Excelente como lo has reflejado.

    Abrazos.

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  3. Me encanta agarrarme a una piedra,como si no supiera que son ellas las que nos buscan.
    Un beso.

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  4. A mi las piedras brillantes, mojadas por el agua en la orilla me encantan!!!

    Y ese poema de Neruda, también.

    Tengo yo programada una entrada con piedras, el mar, las letras y las piedras nos unen...¿Te he dicho que esta ventana con música, me gusta?
    Besicos, diosa.

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  5. Rodando por el agua se van puliendo y se hacen pequeños tesoros marítimos.
    Un abrazo

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. De tanto rodar se van perfeccionando. Recuerdo de pequeño ir al río de mi pueblo y juntar piedras y más piedras pequeñitas y redonditas. Me has blog-transportado al mi infancia jeje. Muchas gracias. Un saludo.

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  8. Me gustan las piedras, las que ruedan mojadas y redondean sus formas, las que fosilizan seres que vivieron hace cientos de años. Y si acompañas piedras con versos de Neruda, y de telón de fondo suena esta música ...pues me quedaría aquí un buen rato entre esas piedras que acarician muchos recuerdos.

    Un abrazo Atenea.

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