viernes, 14 de febrero de 2014

Persiguiendo la luz y la sombra




Sentía a la vez alegría y profundo terror; pero fui en pos de ella deslumbrada, 
y la seguí hasta el bosque, viéndola marchar siempre delante 
y sin alcanzarla jamás, ni tocar siquiera la orla de
 su vaporoso y blanco vestido […] 



 Río Verdugo




Ignoro el tiempo que pude andar corriendo desatentada 
y jadeante tras de su sombra

Rosalía de Castro








10 comentarios:

  1. Lo siento pero tengo que reconocerte que me has dado envidia amiga mía, que preciosidad de tomas y lugar, una maravilla para los sentidos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Yo no persigo nada, me quedo en este precioso entorno. Magníficas amiga.
    besos

    ResponderEliminar
  3. El texto me recuerda a una historia de amor, en donde persigues un objetivo que crece a medida que te adentras en ese fabuloso bosquecillo... la busqueda incansable de realizar tus sueños. Buscar un amor perdido en la mente, que rara vez coincide con la realidad, y en donde se presagia buenas sensaciones. Es un texto muy pero muy bonito, y la primera foto maravillosa para la ocasión, fabulosa entrada.

    Un bico y buen finde, Feliz San Valentin

    ResponderEliminar
  4. Jo, qué bonito paisaje! Quién estubiera ahí en estos momentos... ^^ Y a medida que iba leyendo sentía como si ese parje fuera un paraíso inalcanzable.
    Un abrazo y pasate cuando quieras :3

    ResponderEliminar
  5. El lugar es precioso, me encanta tan solo imaginarme estar por allí dando un paseo, un abrazo y feliz día.

    ResponderEliminar
  6. No importa el tiempo que se tarda...cuando se llega a estos lugares y nos regalan estas vistas.
    Por aquí tenemos muchos así pero cuesta mucho llegar a ellos.
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Preciosa la luz que transmiten las imágenes.

    ResponderEliminar
  8. Enya, Rosalía y esas fotos. ¡Qué buena combinación!

    ResponderEliminar
  9. Me voy aquedar en este idílico lugar un ratito; es muy acogedor.
    Besitos, Atenea.

    ResponderEliminar