Arrogante y lleno de fuerza llega nuestro Atlántico a nuestras playas, rompiendo en sus rocas para luego dormirse en su arena dorada. Dos buenas fotos. Saludos.-
Atenea, el mar es vida pero también muerte. Vida porque nos da tanto y muerte porque te la puede quitar sin miramientos cuando está furioso. Bonitas imágenes, un abrazo.
Arrogante y lleno de fuerza llega nuestro Atlántico a nuestras playas, rompiendo en sus rocas para luego dormirse en su arena dorada.
ResponderEliminarDos buenas fotos.
Saludos.-
El mar puede resultar arrogante, pero no por ello falto de belleza, para los enamorados de el todo un espectáculo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El olor del mar me llega tierra adentro cabalgando en la espuma de las olas que tan orgullosas se muestran en tus fotografías.
ResponderEliminarBesos desde el aire
No me importaría dar un paseo por esa playa y contemplar ese arrogante mar. Muy bonitas fotos Atenea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como se enfade ya verás tu ...
ResponderEliminarComo me gusta el mar.
Besos
yo me lanzaba sin pensarlo.... ¡¡qué ganas!!
ResponderEliminarImpresionante la furiosa arrogancia del mar al chocar contra las rocas.
ResponderEliminarPreciosas fotos, ATENEA.
Un beso.
Atenea, el mar es vida pero también muerte. Vida porque nos da tanto y muerte porque te la puede quitar sin miramientos cuando está furioso.
ResponderEliminarBonitas imágenes, un abrazo.
Me gusta mucho esa segunda imagen que hoy nos has regalado. Es fantástica.
ResponderEliminarMar... olas que derraman frescura y renovación.
ResponderEliminarBesos.