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| Barro ( 20 de Noviembre 2011 ) |
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Brillaban
como aceros los ojos victoriosos,
y las sangrientas llamas
de su antorcha alumbraron
la honda cripta del alma.
como aceros los ojos victoriosos,
y las sangrientas llamas
de su antorcha alumbraron
la honda cripta del alma.
Vendrás conmigo... Y avancé en mi sueño,
cegado por la roja luminaria.
cegado por la roja luminaria.
A. Machado
Hay veces que los sueños nos engañan ..... hay veces que esa luz roja nos presagia algun peligro inminente y es cuando es mejor despertar....pero hay veces que ves a un solitario angel que con su antorcha de luz nos ilumina con tanta fuerza que se acentua todos los instintos de nuestros ser y es cuando vemos lo bonito que es vivir y compartir..es una luz directa al corazon....
ResponderEliminarSorolla fue de los mejores en trabajos de luz....como tu fotografia es un fiel reflejo de lo que machado quiso decir...un abrazo atenea.
Sueños que laten, que sonríen, oxigenados de luz y de belleza como tu imagen.
ResponderEliminarUn beso.
Precioso, Atenea.
ResponderEliminarEs increíble que nunca dejes de sorprenderme.
Bravo!
Atenea, es cierto, parece una hoguera celestial. Que bonito contraste.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo.
Una vez más la belleza de tus fotos resalta con los versos más apropiados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada día te superas a ti misma.Tienes una gran sensibilidad para escoger imágenes y textos,felicidades. Un beso.
ResponderEliminarEsa es la sensación amiga, parece que vaya a salir ardiendo, buena toma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y tanto que arde ese cielo.
ResponderEliminar¡Magnífico contraluz, estupendamente acompañado por esas palabras de Machado...!. Un saludo.
ResponderEliminarVendrás conmigo y avancé en mi sueño cegado por la roja luminaria...
ResponderEliminarPrecioso este poema de Machado...
Ya te lo he dicho otras veces, me encanta esa manera que tienes de enlazar versos con imágenes que son si cabe mas preciosas...
Tienes mucho arte, me encanta venir a verte...
besitos mediterráneos.
Precioso atardecer con el sol ocultándose entre las ramas de esos árboles, que parecen centinelas de la puertas del cielo. Saludos.-
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