4 de agosto 2013 |
Una luz restallante de blancura me viste todo el cuerpo
con sus rayos purísimos:
luz en nada parecida a la penumbrosa luz que, mezclada con
sombras, oscurece nuestras miradas.
Su origen celeste nada tiene en común con la luz de la tierra.
Y una divinidad me sopla en el pecho un algo celeste y
desconocido, que corre por mí como un río.
Arthur Rimbaud
La luz siempre tiene que brillar en nuestro interior, y por muy oscuro e incierto que este nuestro entorno, siempre hay una salida, mantengamos pues ese azul celeste que embellece nuestra alma y no deja que nada la traspase.
ResponderEliminarUn bico.
La luz cambia completamente la visión del paisaje, que bonita toma, un abrazo.
ResponderEliminarEspectacular de arriba a abajo.
ResponderEliminarBRavo.
Un beso.