Subía hasta alturas increíbles y luego me dejaba caer,
planeando suavemente, con las alas extendidas y aunque cerrara los ojos no corría riesgo de estrellarme,
y me dejaba guiar en mi vuelo por impulsos arbitrarios y extraños,
y sentía, que de algún modo, estaba trazando en el cielo un dibujo coherente y estético.
Mario Levrero
Excelente trabajo. Toda la libertad del vuelo al alcance de nuestra mirada. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarUnas buenas tomas en las que nos muestras el vuelo tan delicado, me gusta la última especialmente, besos.
ResponderEliminarExcepcionales fotografías ... preciosas, que bien que la has pillado y con una calidad excelente... me gusta mucho las diferentes trazas del vuelo ... los encuadres muy chulos, en rasgos generales una entrada muy bella acompañada de unos textos simplemente interesantes en su fondo. La numero tres es una pasada, aunque la uno no se queda atrás.
ResponderEliminarUn abrazote y cuídate... bicos.
Hola Pilar, encantada de volver a encontrarte. Veo con agrado que sigues, soñando y volando alto.
ResponderEliminarMagnifico reportaje de este paseo por el cielo.
Un beso