En el Pazo de Fefiñáns (diciembre 2012) |
Salones que cruzamos con timidez,
un centenar de rostros que desconocemos...
Con lentitud, una tras otra,
las luces palidecen.
Oigo nombres ...
... de héroes, de mujeres, poetas
que yo reverencié cuando muchacho.
Pero ninguno de ellos
me concede siquiera una mirada.
Hermann Hesse
Cuando veo muebles antiguos, y este es un buen ejemplo, invitan a detenerse y contemplarlos. Si se tiene algo de paciencia comienzan a comunicar parte de sus historias...
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan las antigüedades, y ese mueble es una pasada..
ResponderEliminarBuena entrada Atenea.
Saludos.-
Permiteme amiga que me hables de pasado, pero hoy solo puedo hablar de futuro, a las nueve ha nacido mi nieta e imagínate como estoy.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Creía que le habías dado la vuelta a tu blog y nos ibas a enseñar muebles antiguos en vez de paisajes, bueno falsa alarma, bonito mueble, un abrazo
ResponderEliminarVivo cerca de ese Pazo y es muy bello por fuera y por dentro pero se siente mucha frialdad y sus habitantes añoran lo que sus antepasados fueron y ellos no pueden ser.Muy buena foto amiga.BIKIÑOS
ResponderEliminarNada que decir.
ResponderEliminarBravo.
Un beso.