Ni una hoja susurraba;
no se oía una pisada;
todo mudo, todo en sueños,
menos tú y yo
-¡cuál me agito al unir las dos palabras! --
menos tú y yo...
De repente todo cambia...
no se oía una pisada;
todo mudo, todo en sueños,
menos tú y yo
-¡cuál me agito al unir las dos palabras! --
menos tú y yo...
De repente todo cambia...
Los senderos se oscurecen.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa...
Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
Expiran las violas castas.
Menos tú y yo, todo huye,
todo muere, todo pasa...
Todo se apaga y extingue
menos tus hondas miradas.
Allan Poe
Bellas tomas de estas flores tan delicadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya imagenes más bonitas Atenea, me encanta la primera con esas gotitas de lluvia y desde luego el texto de Poe... magnifica entada, todo cambia cuando menos te lo esperas.
ResponderEliminarUn bico y cuidate.
Qué elegancia de flores, qué bien las tomas...son dos fotos buenísimas: ENHORABUENA.
ResponderEliminarY Poe...un grande al que busco a veces (eso sí, por deformación profesional y vocacional, en su lengua)
Un beso.
Me encantan las calas, son tan discretas y elegantes...
ResponderEliminarUn besote, Atenea.