Armenteira (marzo 2013) |
El viejo monasterio abandonado
se pudre de vejez en la colina,
muda la torre, el coro derrumbado,
y todo el claustro amenazando ruina.
Seca la fuente, el huerto se ha secado;
en sus silencios ni un jilguero trina...
Francisco Villaespesa
Las flores siempre son un símbolo de vida, pero dentro de estos muros como que tienen aún mas protagonismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Me encantan las camelias! Una entrada llena de valor y simbolismo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Nos gustan mucho las camelias a los gallegos verdad! se dan muy bonitas en esta tierra.Hermosas imágenes! espero que cuando paseabas por ahí disfrutases del bello silencio cantarin! si! silencio cantarin!Bikiños
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