“De vez en cuando miraba, con infinita nostalgia,
un naranjo sano que en el sol puro de fuera
aromaba el aire con su carga blanca de azahar.
¡Qué bien -perfumada mi alma- ser naranjo en flor,
ser viento puro, ser sol alto!”
Juan Ramón Jiménez
Tan solo encontrarse cerca del azahar para sentir el buen aroma.
ResponderEliminarBonita toma, un abrazo
Lastima el desenfoque. De no ser por eso el encuadre, el ruido y el color estaría bien. Un abrazo.
ResponderEliminarOhhhhh ... muchas gracias Atenea. Me acabas de llenar todo el despacho de ese olor inconfundible. Se te agradece.
ResponderEliminarUn beso.