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| 30 de Julio 2011 |
A la caída del sol,
por la playa inmensa y sola,
al fuerte viento marino
cabelleras y almas flotan.
Es el horizonte de oro,
oro es la mar y oro arroja,
trazando una curva airosa
al chapotear las olas.
Manuel Magallanes
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| 30 de Julio 2011 |
Olas que acarician los piés, arena fina para pasear, ojos que observan las imágenes, un deleite para los sentidos pasearse entre tus imágenes tan bellas.
ResponderEliminarBesos.
Oye, ¡qué envidia me dan estas fotos! Me encantaría estar ahí; en un eterno atardecer a la orilla del mar.
ResponderEliminarUn beso grande.
Tus paseos, tus atardeceres que nos dejan con la envidia de estar junto a ti y disfrutar de ellos.
ResponderEliminarAbrazos
La segunda foto es una auténtica maravilla. Es un auténtico regalo para relajarse. Qué delicia, de verdad.
ResponderEliminarTodas me gustan todas...
ResponderEliminarBesicos salados
Son las tres preciosas pero por encuadre me quedo con la primera, las tonalidades son increibles en todas, pero en esta primera imagen resalta mucho más ese bonito brillo que produce el reflejo del sol en esta.
ResponderEliminar¡Un beso!
Una continuación preciosa de la entrada de ayer, me gustan mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la orilla esperamos descalzados para que esas olas nos acaricien los pies,
ResponderEliminarSaludos,.
Que tranquilidad el agua bañando la orilla. Como se extraña el no estar cerca de la costa y poder caminar por la arena mojada en compañía de un solo agónico con la suave brisa del atardecer.
ResponderEliminarSaludos.